Entrenar con el ciclo menstrual: cuándo hacer deporte (y cuándo no)

Entrenar con el ciclo menstrual: cuándo hacer deporte (y cuándo no)

Durante años, los programas de entrenamiento y nutrición se diseñaron sobre el cuerpo masculino promedio: 80 kilos, hormonas estables y metabolismo lineal.

Pero el cuerpo femenino no funciona así.

A lo largo de un ciclo menstrual, las hormonas —estrógeno y progesterona— cambian radicalmente la forma en que tu cuerpo obtiene energía, recupera el músculo y gestiona el estrés.

Comprenderlo no solo mejora el rendimiento, también previene lesiones, agotamiento y frustración.

 

Fase folicular (Día 1–14): energía en ascenso

Qué ocurre:

Desde la menstruación hasta la ovulación, el estrógeno comienza a subir mientras la progesterona se mantiene baja.

Esto favorece la sensibilidad a la insulina, la recuperación muscular y la utilización de glucosa como fuente de energía.

Qué tipo de entrenamiento funciona mejor:

  • Fuerza progresiva (levantamiento de peso, HIIT corto).

  • Entrenamientos intensos o de velocidad.

  • Ejercicio cardiovascular moderado.

Por qué:

El cuerpo usa la glucosa de forma más eficiente y tolera mejor el estrés físico.

Los niveles de cortisol también son más estables.

Apoyo nutricional recomendado:

El suplemento Energy de SANA aporta coenzima Q10, acetil-L-carnitina y adaptógenos (Rhodiola, Eleuthero) que optimizan la función mitocondrial y el metabolismo energético, justo cuando el cuerpo puede aprovecharlo mejor.


Ovulación (Día 14–16): el pico de rendimiento

 

Qué ocurre:

El estrógeno alcanza su máximo y el cuerpo está en su punto de energía y coordinación más alto.

Sin embargo, también aumenta la laxitud ligamentosa (por efecto del estrógeno sobre el colágeno).

Recomendación:

  • Entrenamientos de máxima intensidad, competiciones, tests de fuerza.

  • Pero con atención a la técnica (mayor riesgo de lesión en rodillas o caderas).

Apoyo nutricional:

En estos días, el Triple Magnesio ayuda a mantener la contracción y relajación muscular adecuada, además de apoyar el sistema nervioso central.

 

Fase lútea (Día 17–28): el cuerpo cambia de marcha

 

Qué ocurre:

Sube la progesterona y cae el estrógeno → el cuerpo prefiere usar grasas como fuente de energía.

La temperatura corporal aumenta y la recuperación muscular se vuelve más lenta.

El cortisol tiende a subir, lo que puede causar fatiga, hinchazón y peor sueño.

 

Qué priorizar:

  • Actividades más suaves: yoga, pilates, caminatas, movilidad o sesiones de baja carga.

  • Evitar el exceso de cardio o HIIT intenso.

Por qué:

En esta fase, el sistema nervioso está más sensible y el músculo acumula más microinflamación.

Reducir la intensidad permite mantener la constancia sin sobrecargar el eje HPA.

Apoyo nutricional recomendado:

  • Triple Magnesio → para regular cortisol, sueño y contracciones musculares.

  • Energy → para apoyar la energía mitocondrial sin sobreestimular.

  • Si hay síntomas premenstruales fuertes, añadir alimentos ricos en B6, omega-3 y magnesio (aguacate, cacao, nueces).

 

Menstruación (Día 1–5): pausa, no abandono

Qué ocurre:

Caen ambas hormonas (estrógeno y progesterona), y con ellas el nivel de energía.

El cuerpo está en modo regenerativo y antiinflamatorio.

Qué hacer:

  • Descanso activo: caminatas, estiramientos, respiración o yoga suave.

  • Escucha al cuerpo: el entrenamiento intenso puede aumentar el sangrado y la fatiga.

Por qué:

Durante la menstruación, hay una ligera pérdida de hierro y magnesio.

Un soporte suave con Triple Magnesio y una dieta rica en minerales ayuda a evitar la sensación de agotamiento.

 

Lo que dice la ciencia

 

  1. Sims, S.T., & Heather, A.K. “Myths and Methodologies: Redefining Women’s Exercise Physiology.” Sports Medicine, 2018.

  2. Janse de Jonge, X.A.K. “Effects of the menstrual cycle on exercise performance.” Sports Medicine, 2003.

  3. Tenan, M.S. et al. “Hormonal fluctuations and neuromuscular control in women.” Medicine & Science in Sports & Exercise, 2016.

  4. Elliott-Sale, K.J. et al. “Exercise medicine for women: How to prescribe according to menstrual cycle phase.” British Journal of Sports Medicine, 2020.

  5. Barba-Moreno, L. et al. “Influence of menstrual cycle phase on substrate oxidation during exercise.” Journal of Applied Physiology, 2021.

 

En resumen

El cuerpo femenino no necesita imitar ritmos masculinos para rendir.

Necesita comprensión y sincronía: saber cuándo empujar y cuándo sostener.

Cuando adaptas el entrenamiento a tu ciclo, dejas de luchar contra tu biología y comienzas a entrenar con ella. Y si además la acompañas con los nutrientes adecuados —magnesio, adaptógenos y soporte mitocondrial—, la diferencia se siente.